Finanzas éticas: tú eliges

El mundo de las finanzas tradicionales está salpicado de los escándalos y consecuencias de la especulación financiera, que provoca, entre otros, enormes variaciones de precios en alimentos de primera necesidad, con el único objetivo de obtener beneficios, y que tiene una relación muy directa con las inversiones en determinadas industrias poco éticas y sostenibles, como […]

Jul 27, 2021

El mundo de las finanzas tradicionales está salpicado de los escándalos y consecuencias de la especulación financiera, que provoca, entre otros, enormes variaciones de precios en alimentos de primera necesidad, con el único objetivo de obtener beneficios, y que tiene una relación muy directa con las inversiones en determinadas industrias poco éticas y sostenibles, como la armamentística o las basadas en energías fósiles. Sin embargo, frente a este modelo, existen opciones en el marco de las Finanzas éticas, que tienen en cuenta criterios sociales, medioambientales y de derechos humanos a la hora de elegir los proyectos en los que invierten y que ofrecen transparencia y participación de los clientes o cooperativistas en la toma de decisiones.
Opciones de ahorro y financiación ético y solidario

Un referente pionero de este cooperativismo en el marco de las finanzas éticas es sin duda Coop57, con más de 25 años de trayectoria. Esta iniciativa lleva 26 años de funcionamiento desde que 57 trabajadores de la editorial Bruguera decidieran poner en común sus indemnizaciones al declararse la inviabilidad de la empresa, buscando promover con ello proyectos que hoy llamamos de “economía social y solidaria”. Creada en 1995 bajo la fórmula jurídica de servicios financieros, transforma así una idea genial en una cooperativa a día de hoy consolidada con 7 secciones territoriales (Cataluña, Aragón, Andalucía, Galicia, Madrid, Euskadi y Austurias), más de 1.000 socias de servicios y más de 4.500 socias colaboradoras. Nos lo cuenta Teresea Iparraguirre, socia de Coop57… quien reconoce que supone un ”reto de democracia asamblearia, basada en la participación”, pero también permite una “diversidad, pluralidad y capacidad de imaginar nuevas respuestas ante las demandas de las entidades socias”. Un proyecto que incorpora desde la base los criterios de la economía feminista y que permite “conocer proyectos muy ilusionantes”, y supone un enriquecimiento personal”, como defiende Teresa.

Otra cuestión sin duda ilusionante es saber que tu banco invierte en proyectos sostenibles y que apuestan por las personas. Es lo que nos cuenta Elizabeth George, socia inversora de Oikocredit, entidad de la Economía Social y Solidaria que se dedica a ofrecer microcréditos en países de África, Asia y América Latina: “Sé que mi dinero sirve a personas que lo necesitan, se invierte en proyectos de comercio justo, cooperativas, grupos de mujeres…. Me hace sentir muy contenta saber que mi dinero está apoyando este tipo de economía. Pienso que todos los bancos deberían ser así”.

Los microcréditos son una herramienta esencial para incluir a aquellas personas y comunidades que están fuera del sistema financiero y tienen un enorme impacto social apoyando proyectos transformadores sobre el terreno. Además, el trato con el cliente dista mucho de lo que estamos acostumbrados en la banca tradicional: “Siempre han estado para ayudarme y aconsejarme cuando he tenido cualquier duda. Me da mucha seguridad estar con Okiocredit y lo aconsejo a todo el mundo”, explica Elizabeth, francesa asentada en Extremadura.

Invertir tus ahorros en finanzas éticas permite financiar proyectos de países empobrecidos del Sur Global, pero también proyectos de aquí, proyectos con un alto impacto social como el caso de Bioalverde, una empresa de inserción sociolaboral de Cáritas diocesana de Sevilla dedicada además al cuidado del medioambiente a través de la agricultura ecológica y el reciclaje de las prendas textiles, una iniciativa que ha sido financiada por Fiare Banca Ética. Fernando Rodriguez, director de la organización, nos explica por qué decidieron trabajar con la banca ética en lugar de la banca convencional: “Es cuestión de coherencia. No sólo en lo que hacemos y cómo lo hacemos sino también cómo nos financiamos. Teníamos muy claro que la financiación tenía que venir por la banca ética, por sus valores de sostenibilidad y justicia social, porque tenemos que comprender que nuestro dinero, aunque esté en el banco, también está haciendo algo”. Además, señala Rodríguez, trabajar con Fiare ha supuesto para ellos, “tener un contacto personal, no sentir que eres un número sino que ver que estás hablando de personas, de proyectos, de realidades…”

Otro seguro ético también es posible

Probablemente uno de los productos más desconocidos de la economía social y solidaria es el seguro ético, que nos permite asegurar la casa o el coche con una empresa socialmente responsable. Para conocerlo mejor contamos con la cooperativa CAES, dedicada al aseguramiento ético y solidario, producto de la unión de la correduría madrileña SERYES y la catalana ARÇ. Frente a los seguros tradicionales, que habitualmente invierten en industrias poco éticas y contaminantes y que tienen un trato generalmente opaco y deshumanizado, los seguros éticos eligen dónde depositan su dinero basándose en criterios de sostenibilidad social y medioambiental, y, además, destacan por su comportamiento hacia los clientes, como explica desde CAES Natalia Rodríguez: “trabajamos siempre sin cláusulas ocultas, con información clara y detallada para que las personas sepan lo que están contratando. Como correduría, siempre recomendamos la opción más ética y la que más se ajusta a las necesidades reales del cliente”.

Podría decirse que existen tres tipos de niveles dentro del mundo de los seguros éticos: el alto, donde tanto la compañía como el producto están certificados con el sello Ethsi; el medio, donde las compañías sí están certificadas pero no así los productos; y el bajo, para casos más difíciles donde sólo se puede recurrir al mercado convencional ya que no existen certificaciones disponibles. En este último caso, no obstante, si se realiza a través de una correduría ética se cuenta al menos con la garantía en la gestión y atención.

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Un sector con garantías y en expansión

Para velar por la garantía de todo ello, está FETS, asociación que agrupa entidades catalanas del Tercer Sector y de la Economía Social y Solidaria que “quieren promover la financiación y que lleva desde 1999 dando a conocer que la banca ética va más allá de una idea o unos valores abstractos sino que es algo tangible y real”. Cuentan además con un observatorio, un espacio de encuentro de los diferentes actores del sistema financiero ético y que se dedica a la observación, el análisis y la elaboración de estudios sobre las finanzas éticas. Este observatorio ha creado el sello de seguros éticos EthSI, que “valora el grado de transparencia y buenas prácticas de las compañías de seguros y lo mediadores (responsabilidad económica, ambiental y laboral)” y sirve como herramienta para que la ciudadanía podamos saber qué compañías elegir”, como establece Sergi Salavert, coordinador Ethsi.

Además, este observatorio realiza de manera anual el Barómetro Social de las Finanzas éticas, un informe que realiza una radiografía de de las Finanzas éticas a nivel estatal, que recoge la evolución del sector bancario y parabancario así como el sector asegurador registrado en sello EthSI y que, en palabras de Salavert, “permite visualizar cómo el sector de finanzas éticas en su conjunto está cada vez más consolidado en nuestra sociedad”.
Si sigues queriendo conocer más sobre finanzas éticas puedes consultar el portal de la Economía solidaria, que tiene un apartado de noticias, eventos y recursos específico sobre finanzas éticas. ¡Os invitamos a bichearlo y no olvidar que nuestro dinero, como nuestro consumo, puede ser una herramienta de transformación social y ambiental, si sabemos dónde depositarlo.

También puedes escuchar los podcast de Me cambio en Spotify.

Una coproducción de REAS, Red de redes, Carro de Combate y El Salto Diario.

 

Fuente: MeCambio en El Salto Diario